La coadministración, donde el Consejo de Administración asume roles de gestión activa junto al administrador, puede parecer una forma de mejorar el control y la transparencia. Sin embargo, esta práctica, aunque legal, conlleva serias desventajas que a menudo se subestiman y que pueden diluir la responsabilidad y la efectividad de la gestión.
Las Desventajas de la Coadministración
- Falta de profesionalismo y experiencia: La principal desventaja es que los consejeros, aunque bien intencionados, no suelen ser expertos en administración de propiedad horizontal. El desconocimiento en áreas como la legislación vigente, contabilidad, mantenimiento de infraestructura, gestión de contratos y manejo de personal puede llevar a decisiones ineficientes, errores costosos y, en el peor de los casos, a sanciones legales para la copropiedad.
- Conflicto de intereses: Un consejero es, ante todo, un propietario. Al involucrarse en la administración, es fácil que la objetividad se pierda y que se tomen decisiones que beneficien a un grupo de vecinos o a los intereses personales del consejero, en lugar de priorizar el bienestar general de la comunidad.
- Dilución de la responsabilidad: Cuando el Consejo coadministra, la responsabilidad se vuelve difusa. En caso de un problema o un error grave, ¿quién es el responsable? ¿El administrador profesional, el consejero que tomó la decisión o todo el Consejo? Esta ambigüedad puede dificultar la rendición de cuentas y la resolución de conflictos.
- Desgaste y agotamiento del Consejo: La gestión de una propiedad horizontal es una tarea que consume mucho tiempo. Al coadministrar, los consejeros pueden verse abrumados por la carga de trabajo, lo que lleva al desgaste, la falta de motivación y, en última instancia, a un desempeño deficiente. El rol de consejero debería ser de supervisión, no de operación diaria.
La Diferencia Fundamental: Asesoría vs. Administración
Es crucial entender la diferencia entre la asesoría/guía que debe dar el Consejo y la administración propiamente dicha.
- Asesoría y Guía del Consejo: La función principal del Consejo de Administración, como su nombre lo indica, es aconsejar, supervisar y controlar la labor del administrador profesional. Esto implica:
- Aprobar presupuestos y planes de trabajo.
- Revisar informes financieros y de gestión.
- Tomar decisiones estratégicas para la copropiedad (ej. aprobar proyectos de mejora, reglamentos internos).
- Actuar como un canal de comunicación entre los copropietarios y el administrador.
- La Administración Profesional: La labor del administrador es ejecutar las decisiones tomadas por la Asamblea y el Consejo. Esto incluye:
- La gestión financiera, contable y tributaria.
- El mantenimiento preventivo y correctivo de las áreas comunes.
- La contratación de servicios y personal.
- La aplicación del reglamento de propiedad horizontal.
- La representación legal de la copropiedad.
La confusión entre estos roles es el origen de los problemas en la coadministración. Cuando el Consejo cruza la línea y empieza a ejecutar tareas administrativas, desplaza al profesional y asume riesgos y responsabilidades para las que no está preparado. Lo ideal es que el Consejo actúe como un órgano de gobierno que guía la dirección de la copropiedad, permitiendo que el administrador sea el ejecutor profesional de esa visión.
0 Comentarios